XI. Límite
XI. Límite
Tras todo el camino emocional, el protagonista alcanza el punto más oscuro de la enfermedad, el pensamiento suicida. Ese límite al que llega se presenta a través de una alegoría de la Muerte, que aparece en su camino como la única escapatoria que lo reclama en mitad de la soledad nocturna, presentándose como algo hostil, pero aguardando sin juzgarlo, simplemente esperando a que él dé su paso. Ante la repentina aparición, el protagonista se ve tentado, puesto que lleva tiempo caminando buscando una salida. Finalmente decide huir de ella.